martes, 20 de marzo de 2012

Zoques



Zoque: O’ de püt 

1. HISTORIA ZOQUE 

En la región donde se desarrollan hoy en día los Zoques se han encontrado, mediante los estudios arqueológicos, evidencias de ocupación pre cerámica en la depresión central de Chiapas, los cuales datan de alrededor del año 3 500 a. C. 

Estos restos sugieren que los primeros habitantes de esta región eran cazadores, pescadores y recolectores nómadas. 

Los zoques son descendientes de los olmecas que emigraron a Chiapas y Oaxaca. 

En la época prehispánica, los zoques habitaron una amplia zona de Chiapas, extendiéndose hasta el Istmo de Tehuantepec y parte del estado de Tabasco. Tuvieron buenos tratos sociales y comerciales con los Mexicas, lo que ayudó a la prosperidad económica de su cultura en Chiapas. 

Las jefaturas zoques anteriores a la llegada de los españoles, debido a las incursiones de grupos mayas, zapotecos y chiapanecos redujeron su territorio y los sometieron al pago de tributo. 

La capital de una de las principales tribus zoques era Quechua, actualmente bajo las aguas de la presa de Malpaso. 

La casta guerrera tuvo como capital a Janepaguay en los valles de Ocozocuautla y La Ciénega. En el desaparecido municipio de Francisco León (enterrado por la erupción del volcán Chichonal) se encuentran las ruinas de Gualeguas, antigua ciudad zoque. Otra jefatura zoque se asentó en el actual Cunduacán, Tabasco. 



El área de expansión de los zoques en la época precolombina, comprendió la costa de Chiapas hasta Guatemala, el Istmo de Tehuantepec, el sur de Veracruz, el suroeste de Tabasco y el centro noroccidental de Chiapas. 

Los zoques que poseían las tierras más codiciadas, como los que habitaban en la depresión central, cercana a Tuxtla Gutiérrez y en los valles occidentales, adoptaron rápidamente el castellano y los valores y costumbres del grupo dominante. La Corona española sometió a los zoques a los trabajos más pesados y los concentró en aldeas. Por el trabajo forzado y las enfermedades recién adquiridas, los zoques disminuyeron drásticamente en número. 

En la depresión central, los españoles se dedicaron principalmente a la cría de ganado y al comercio de cochinilla, algodón, azúcar y cuero, dejando a los zoques el trabajo agrícola y las actividades tradicionales, como el tejido de mantas, en el cual alcanzaron gran perfección. Los malos tratos y el trabajo forzado originaron descontento entre la población zoque, dando origen a incidentes de rebelión que fueron sofocados por las tropas de los colonizadores. 

La Independencia significó para la población zoque un nuevo periodo de explotación y trabajo forzado, al servicio de nuevos amos, mestizos y laicos. Durante el siglo XIX se promulgaron leyes que favorecieron la concentración de la tierra en pocas manos, formándose así una clase de grandes propietarios agrarios en la región que mantuvieron a los indios en condiciones de servidumbre en las grandes haciendas. 

Muchas de las leyes de reforma del siglo XIX fomentaron la concentración de la tierra en manos de una clase de grandes propietarios que mantuvieron a los indios en condiciones de servidumbre en las grandes haciendas. La recomposición del estado mexicano en estados federados contribuyó además a la fragmentación étnica, y la etnia zoque fue una de las fragmentadas por la división política territorial al dividirla entre los estados de Chiapas, Tabasco, Oaxaca y dejar a los zoque-popolucas en el estado de Veracruz. 

A partir del reparto agrario iniciado después de la Revolución mexicana, los zoques entraron en un proceso de "integración" a la cultura nacional. Aunque ha disminuido notablemente el número de hablantes de zoque se mantiene viva la vida ritual y ceremonial de estos pueblos. 

El clima de violencia e inestabilidad política de principios del siglo XX también afectó a la etnia zoque, aunque más tarde el posterior proceso agrario y las políticas educativas con carácter integracionista instrumentadas por el estado favorecieron su desarrollo. 

Fue hasta 1922 cuando se les dotó de ejidos y mejoraron un poco sus condiciones de vida, pero el período posrevolucionario supuso el intento de 'integración' de los indios en la sociedad y cultura mexicanas, lo que disminuyó el número de hablantes de la lengua zoque. 



2. UBICACIÓN GEOGRÁFICA 



El actual territorio de los zoques en el estado de Chiapas está comprendido en tres zonas específicas: la vertiente del Golfo, la Sierra y la Depresión Central, aunque debido a la movilidad geográfica del grupo, esta localización no puede tomarse como definitiva. 

En la vertiente del Golfo de México los indígenas zoques se concentran en los municipios de: 



· Amatán, 

· Chapultenango, 

· Francisco León, 

· Ixhuatán, 

· Ixtacomitán, 

· Ostuacán, 

· Solosuchiapa 

· y Tapilula 





En la Depresión Central se encuentran los de: 



· Copainalá, 

· Chicoasén, 

· Ocozocoautla 

· y Tecpatán 





Y, finalmente, en la sierra Madre de Chiapas en los municipios de: 



· Coapilla, 

· Ocotepec, 

· Pantepec, 

· Rayón 

· Tapalapa 





Este territorio, ubicado en la región centro-occidente del estado, se caracteriza por tener una variada vegetación que incluye desde sabanas tropicales, hasta bosques de hojas perennes con clima templado. 



Los poblados con mayor número de población zoque, como Pantepec, Tapalapa, Ixtacomitán, Chapultenango, Coapilla y Ocotepec, tienen acceso por caminos de terracería y brechas. 

3. LENGUA 

Los zoques, tzoque, soque o zoc se llaman a sí mismos O' de püt que significa "gente de idioma", "palabra de hombre" o, en otros términos, "verdadero", "auténtico". 

Es hablado por alrededor de 70 mil personas. 

La lengua indígena utilizada por este grupo es el zoque, la cual pertenece a la familia lingüística mixe-zoque-popoluca. 

En la actualidad encontramos muy pocos pueblos con mayoría de hablantes de esta lengua, tales como: Ocotepec y , Tapalapa municipios en donde la lengua zoque aún es aprendida por niños, mientras que en Chapultenango, Pantepec y Francisco León el sistema primario que adquieren los niños es el español por lo que ahora únicamente los adultos son los que se comunican en la lengua zoque, lo cual comienza a desarrollarse un alto grado de bilingüismo. 

En los otros municipios tales como Copainalá, Tecpatán, Tapilula, Coapilla la lengua zoque casi está desaparecida pudiéndose encontrar algunos hablantes solamente que son ancianos. 

En el municipio de Jitotol se encuentran comunidades que hablan la lengua zoque y que la población se identifica como tal, estos son: Ignacio Altamirano, Amor de Dios, San José, Ejido Cálido, San Antonio Buena Vista, Paraje San Antonio, El Amate, Santa María. 

Asimismo, las diferentes religiones que profesan los hablantes zoques han incidido en las distintas posturas ideológicas que cambian el pensamiento indígena y que traen, como consecuencia, la pérdida de identidad en el uso de la lengua, por ejemplo en las ceremonias religiosas zoques. En este aspecto, es importante mencionar que en el municipio de Ocotepec, en algunas comunidades como San Marcos, las oraciones las dicen en lengua zoque, pero los rezos son propiamente de la religión católica y lo único que hacen los rezanderos es la traducción del español al zoque. 



4. FIESTAS 



Las fiestas tradicionales de los zoques se mantienen y realizan con mayor suntuosidad y organización en las áreas urbanas (como Tuxtla Gutiérrez y Ocozocoautla) que en las rurales. Esto se debe a que en el contexto urbano, la celebración de la fiesta ha alcanzado un estatus más alto que en otras localidades, además de que existen mayores recursos económicos para realizarla. 

Cada localidad celebra al santo de su advocación y algunas otras fiestas católicas de importancia, como el día de la Candelaria (2 de febrero), de los Santos Reyes (6 de enero) y el Carnaval, cuya fecha varía, y puede durar hasta una semana. En todas ellas hay danzas, bailes, música, misas y procesiones efectuadas por los propios habitantes de la localidad o por grupos especializados, como el del barrio de Santa Ana, Copainalá que lleva a cabo presentaciones dentro y fuera del municipio, tanto en ocasiones rituales como en festivales de danza folclórica. 

La unidad social tiene como centro la familia, parientes y compadres que ayudan en la actividad agropecuaria. 

La unidad social es la familia extensa, que colabora en las actividades agropecuarias en las cuales participan también los parientes ceremoniales (padrinos y compadres), quienes deben ser de la misma localidad. 

En el bautizo el niño, por ejemplo, recibe un nombre igual al de una familia de una generación anterior, el cual viene a ser su “remplazo” dándole además del apellido paterno el del barrio de pertenencia. Sin embargo, en la actualidad se da al niño el nombre que le corresponde de acuerdo al santoral católico. 

El matrimonio es concertado entre los padres de los contrayentes. El pedido de la novia lo hace un “embajador”, persona de edad. 

Los padres del novio están obligados a visitar varias veces a los de la joven, llevándoles regalos, hasta que se otorga el consentimiento y se fija la fecha de la boda. La residencia pos matrimonial es de tipo patrilocal. En el presente es de cada vez más usual el rapto de la novia, olvidándose de esta manera el honroso sistema de regalo. 

El compadrazgo, tanto en lo que concierne el bautizo como en la boda establece fuertes vínculos de solidaridad mutua, mayores a los que corresponde a la relación padrino-ahijado. 

5. VESTIMENTA 



El traje del hombre zoque consiste de una camisa blanca de mangas largas y manta conocida usualmente como calzón, un cinturón de colores tejido a mano, un gran sombrero plano, un pantalón corto de gamuza usado sobre los calzones y sandalias de cuero (caites). 

La camisa del hombre zoque esta tejida con hilo blanco en una sola pieza 

Aunque algunos hombres aun poseen un juego de ropa tejida a mano, muy poco se teje en la actualidad. 

Se acostumbra rasurarse la parte superior de la cabeza. 

El vestido de la mujer 

El vestido tradicional se conserva fundamentalmente 

El vestido tradicional consiste en un refajo o falda larga de popelina de diversos colores; una blusa de manga corta, generalmente de color blanco, con bordados a mano en el cuello. 

En Tuxtla Gutiérrez, la mujer zoque utiliza, en las fiestas de la mayordomía, el antiguo vestido que consta de un huipil blanco corto, tejido a mano y una blusa, del mismo color. 



6. ECONOMÍA Y ALIMENTACIÓN 



La agricultura es la actividad económica fundamental de los zoques. Por la diversidad de climas, los cultivos son muy variados, predominando el maíz, chile, frijol, y calabaza para constituir la base de alimentación, la quese complementa con diversos insectos como la oruga. La escasez de tierras cultivables y la mala calidad de la mayoría de los suelos, originan que la producción sea deficitaria en casi toda la región. 

Los cultivos comerciales son el café, que se produce en varios municipios; el cacao y la pimienta gorda, que se explotan en copainala y tapalapa, respectivamente. 

Los frutales como plátano, mamey, anona, y guayaba proporcionan también algunos ingresos. El barbasco, tubérculo silvestre del cual se extraen ciertas hormonas, se recolectan principalmente en chapultenango y se vende a proquivemex (productos químicos vegetales mexicanos), pero su producción ha decrecido por falta de mercado. 

La ganadería vacuna esta poco desarrollada entre los indígenas y los pocos pastizales existentes son aprovechados por los mestizos. Predomina la ganadería porcina, teniendo cada familia dos o tres cerdos cuando menos, así como la cría de gallinas. 

En algunos municipios la tenencia de la tierra es fundamentalmente de carácter ejidal y en otros prevalece la propiedad privada. 

Aun cuando nominalmente la parcela es amplia y puede llegar a diez o doce hectáreas, de ellas solo dos o tres son cultivables y muchos zoques carecen de tierra. Esta situación aunada a la baja productividad, obliga a que parte de los nativos tengan que buscar un trabajo asalariado en las plantaciones de café y en ciudades aledañas. 

Entre las comidas que consume la comunidad zoque encontramos: 



· sispola (cocido), 

· puxase (chanfaina), 

· ningufjuti (mole de puerco), 

· sihuamonte (caldo de conejo). 

· Caldo de shuti (caracol de rio) 

· patashete con huevo, 

· moni (hongo blanco) 

· tamales de jacuane, 

· de hoja de milpa, 

· tamal de chipilin, 

· pictes de elote, 

· canane y 

· ane (tortilla). 



Las bebidas: 



· pozol blanco (popo hujcuy) 

· pozol de cacao (caca hujcuy), 

· nono (atole), 

· fuerte (aguardiente), 

· Agua 





Dulces: 



· pixinu (sorgo reventado con miel), 

· yumi (raíz parecida al camote), 

· tsani-tsunu (dulce de guineo), calabaza en dulce, 

· melcocha (de panela), 

· caballito, 

· jammani (jobo), 

· yono (cupape en dulce), 

· nucuyati (chincuya) 

· y coyol en dulce. 






7. VIVIENDA 



La vivienda tradicional es de techo de zacate, paredes de bajareque y piso de tierra. Actualmente ésta sólo se encuentra en las rancherías más alejadas, ya que ha sido sustituida por construcciones de lámina, cemento, tabique y piedra. Las casas cuentan con un patio o solar donde se cultiva una gran variedad de frutales: mangos, limones, naranjas, anonas, plátanos, flores y plantas de uso medicinal y culinario. 

Generalmente, las casas casi siempre son rectangulares y constan de uno a dos cuartos que tiene un anexo más pequeño usado como cocina. 

En el cuarto de mayor tamaño se encuentran las camas hechas de madera, usándose para dormir, hamacas o petates. En el propio cuarto se localiza un altar, construido con una tabla, sobre la que se coloca la imagen del santo tutelar y pajas también de madera en las que se guarda la ropa y con frecuencia las mascaras que se utilizan durante las danzas en que se celebran las festividades religiosas. El otro cuarto sirve como comedor y para recibir a las visitas. 





8. RELIGIÓN 



En la cosmogonía de los zoques, el sol juega un papel importante ya que es la deidad principal y se asocia directamente con Jesucristo. Existen entidades malignas que en todo momento amenazan la vida de los zoques y hay que estar preparado respecto a ellas y saber cómo evitar su ira. Así, por ejemplo, cualquier caída al suelo se interpreta como un intento del "dueño de la tierra" por apoderarse del alma de la persona; o bien, deben protegerse durante el sueño, ya que en dicho estado, el alma del zoque vagabundea libremente, y el espíritu de la noche está al acecho con el fin de "robársela", dejando al cuerpo sin alma. El diablo, aunque es una entidad católica, se asocia con distintos espíritus del mal, que encarnan en animales. 

Encontramos tres grupos religiosos entre los zoques: los católicos, los adventistas o protestantes y los que se reconocen como "costumbreros". Existe un rechazo y una falta de reconocimiento de unos a otros, lo que propicia conflictos por la obtención de poder. 

Es importante señalar que entre los costumbreros, a pesar de no reconocer al sacerdote católico como la máxima autoridad, admiten y celebran a los santos católicos; llevan a cabo fiestas tradicionales, danzas y sacrificios rituales. Para estas celebraciones existe un complejo sistema de organización, cuya jerarquía se basa en la edad de los participantes: los más ancianos ocupan los cargos más importantes y los jóvenes los de auxiliares. Tienen como lugares sagrados, además de las ermitas y las casas de los "cargueros", las cuevas y las montañas del territorio. 

La religión de los “costumbreros” conserva muchos elementos que pueden considerarse como prehispánicos, persiste la creencia en seres sobrenaturales que son los dueños de la tierra, el relámpago, la lluvia y el viento o que se asocian a lugares específicos, como los espíritus de las montañas, los bosques, las cuevas y los ríos. Algunos de estos seres, por un proceso de sincretismo, se identifican con las deidades del panteón católico, como la virgen María, por ejemplo, Los seres sobrenaturales son caprichosos y generalmente malos, por lo que pueden causar daños o enfermedades; estos deben ser propiciados por medio de rituales mágicos a cargo de los brujos. Las deidades católicas son buenas, pero también deben ser propiciadas mediante la oración y las fiestas conmemorativas. 



9. PATRIMONIO TANGIBLE 





En términos generales, puede decirse que las artesanías de los zoques son variadas y vistosas, incluso que no son propias del grupo, ya que algunas de ellas, como las hechas con madera, se empezaron a manufacturar recientemente en la Casa de la Cultura de Tecpatán. 

En las localidades de Tapalapa y Ocuilapa se elabora alfarería; en Ocotepec se hacen las wacas (canastas de bejuco para lavar los granos de café y cacao), que tienen una gran tradición y se comercializan a través de la Casa de las Artesanías de Chiapas. 

La palma, con la que se fabrica petates y escobas, se trabaja en coapilla. En ocotepec se hacen canastas de mimbre y bejuco, y en tapalapa se elaboran ollas y comales rústicos de barro, principalmente para uso personal. También se conserva en algunos lugares el tejido de hamacas 



10. ECOREGIONES 



En la región habitada por los zoques encontramos tres diferentes zonas ecológicas: la vertiente del Golfo, la sierra y la depresión central. La primera y la segunda zonas corresponden a las llamadas montañas del norte, con altitudes que superan los 2 mil msnm. El clima predominante oscila entre tropical-húmedo y templado. La vegetación original de la sierra estuvo formada por selvas y bosques tropicales, así como bosques de pino-encino-liquidámbar; el paisaje actual se compone de milpas, cafetales, sierras en barbecho, pastizales y tierras inaprovechables como acantilados rocosos y páramos. 

La propiedad de la tierra en los municipios serranos es privada y ejidal. En la primera impera la ganadería extensiva mientras que en los ejidos se practica la ganadería, el cultivo del café y la agricultura de subsistencia. 

La depresión central se caracteriza por altitudes entre 500 y 800 msnm. La vegetación es variable aunque predominan las acacias y los nances en los alrededores de Tuxtla Gutiérrez y los valles de Ocozocoautla y Jiquipiles. Al norte, ya en plena selva de Malpaso, la vegetación corresponde al clima de tipo lluvioso con árboles de más de 40 m de altura. 

El Grijalva es el gran río que atraviesa la zona y en el que a lo largo de su curso se han construido las presas hidroeléctricas de Chicoasén y Malpaso. Aquí, la mayor parte de la tierra es de propiedad privada y está dedicada a la ganadería. Los campesinos de la zona son fundamentalmente agricultores de subsistencia. Los zoques que habitan en las ciudades de Tuxtla Gutiérrez y Ocozocoautla desempeñan trabajos por su cuenta como mecánicos, herreros, comerciantes o empleados a sueldo en el sector de los servicios. 

En la vertiente del Golfo, la zona está cubierta de pastizales para la cría de ganado, propiedad de mestizos. En esta zona se descubrieron grandes yacimientos petroleros que ahora están explotando Petróleos Mexicanos. La población campesina ha sido desplazada de varios lugares y muchos se han tenido que ocupar como peones en las compañías perforadoras. 



11. ORGANIZACIÓN SOCIAL 



Los zoques son un grupo heterogéneo. Aunque en todos los municipios la religión sigue siendo elemento importante de cohesión social, ésta ya no ejerce ningún papel en la administración civil de los municipios. Aproximadamente hasta 1940, el sistema de cargos civil-religioso seguía vigente en la mayoría de los municipios del área; sin embargo, la integración de la región a la vida nacional ha propiciado la diferenciación social en el interior de las comunidades, y los sistemas de autoridades tradicionales han dejado de tener injerencia en la vida política de estos pueblos. 

El ciclo ceremonial tradicional de los pueblos zoques sigue en manos de los sistemas de cargo, de los cuales destacan los mayordomos, priostes, albaceas, rompedores, alférez y fiscales. 

12. INFRAESTRUCTURA 

La amplia red de caminos y carreteras que comunican a los distintos y municipios donde hay población zoque, permiten el flujo de personas y de mercancías en distintos medios de transporte, tales como autobuses, taxis y camionetas de transporte mixto ejidal. 

Las carreteras principales de la región son la de Tuxtla Gutiérrez-Villahermosa, la de Tuxtla Gutiérrez-Tecpatán y la Panamericana. 



La existencia de escuelas es evidente en los municipios con población zoque, incluso en las rancherías más pequeñas se atiende a la población escolar, por lo menos hasta el segundo año de primaria. En los municipios principales se puede cursar la primaria completa y la telesecundaria. Los estudios de bachillerato se pueden realizar en Copainalá, Tecpatán, Ocozocoautla, Tuxtla Gutiérrez y Pichucalco y los universitarios en la capital del estado o en Oaxaca. 

Otra forma de educación no oficial es la que imparte las agrupaciones religiosas, quienes además de predicar la religión, enseñan a leer y a escribir además de algunos oficios. 

Otra infraestructura en los pueblos zoques es la amplia red de Unidades Médicas Rurales del IMSS, localizadas en cada cabecera municipal, donde se atienden las necesidades básicas de salud, como enfermedades gastrointestinales y de las vías respiratorias, así como en las campañas de vacunación y desparasitación que se llevan a cabo periódicamente. 



Para la atención de los indígenas zoques se cuenta, además de las instituciones oficiales ya referidas, con un buen número de médicos tradicionales entre los que pueden mencionarse hierberos y hueseros o sobadores. Los servicios de estos últimos son solicitados sobre todo en situaciones en que los zoques atribuyen el origen del mal a brujería, envidia o mal de ojo. 





13. RELACIÓN CON OTROS PUEBLOS 



El grupo mestizo se caracteriza por acaparar el poder político y económico, dejando a la población indígena los puestos menos importantes. De este modo, es común ver que el presidente municipal, el jefe de la policía, el dueño de la tienda más grande y próspera del cafetalero con más recursos económicos es un mestizo, mientras que los sirvientes, empleados o peones son indígenas. 

El papel de los zoques como campesinos minifundistas, se reduce a ser pequeños productores de granos básicos, café, ganado y algunos productos artesanales, como la alfarería y la cestería. Constituyen también la fuerza de trabajo básica para ganaderos y finqueros mestizos, así como para algunas actividades del mercado laboral en ciudades como Villahermosa, Cancún, Coatzacoalcos y Tuxtla Gutiérrez. 

En las ciudades, los zoques mantienen una constante relación con la población mestiza, en calidad de empleados domésticos, conductores de camiones de carga, etcétera. Esta interacción no les impide seguir reconociéndose como zoques, utilizar su lengua entre ellos o bien acudir a su localidad de origen en los días de fiestas. 

Las relaciones que existen entre los zoques y los miembros de otros pueblos indígenas, principalmente tzotziles son, en general, cordiales; algunos ejidos de los municipios de Rayón, Pantepec y Tapalapa son habitados y usufructuados en común, sin que se hayan presentado dificultades que se puedan atribuir a diferencias étnicas. Por el contrario, los zoques de Pantepec prefieren acudir a los médicos tradicionales tzotziles que a los de su propio grupo. 







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